¿Qué es la retención urinaria?
La retención urinaria suele estar causada por una obstrucción de las vías urinarias. La vejiga se llena cada vez más, pero la persona afectada no puede orinar. Si esta condición se produce de forma repentina y aguda, se trata de una emergencia médica. Pero la retención urinaria crónica también pone en riesgo los riñones.
Los médicos hablan de retención urinaria cuando la vejiga está llena pero la persona afectada no puede orinar voluntariamente. Existen dos tipos de retención de orina: aguda y crónica.
¿Cuáles son los síntomas de la retención de orina?
En la forma aguda, la micción deja de ser posible de forma repentina a pesar de las ganas de orinar. Los afectados suelen sufrir entonces fuertes dolores. Por este motivo, pero también por las posibles enfermedades secundarias, siempre es una urgencia y hay que acudir al médico lo antes posible.
La retención urinaria crónica, en cambio, no suele ser dolorosa, pero los afectados tienen problemas para vaciar completamente la vejiga durante un periodo de tiempo más largo. Los posibles síntomas crónicos incluyen:
- Necesidad frecuente de orinar e incapacidad de orinar mucho.
- Necesidad de orinar aunque acabe de ir al baño
- Orinar con frecuencia
- Incontinencia
Retención de orina: Causas
Las causas de la retención de orina pueden ser muchas, pero muy a menudo el desencadenante es una infección en las vías urinarias. Sin embargo, ésta no es en absoluto la única razón por la que puede producirse este problema urinario en particular. Por ejemplo, la uretra puede bloquearse tanto internamente como por órganos del exterior. Las causas psicológicas (por ejemplo, ansiedad, estrés)o neurológicas (por ejemplo, esclerosis múltiple, polineuropatía diabética), ciertos medicamentos, embarazo también pueden provocar dificultades para orinar.
Los médicos distinguen entre formas agudas y crónicas de retención urinaria:
1- La retención urinaria aguda suele afectar a los hombres mayores. Como resultado de la hiperplasia prostática benigna, la uretra puede estrecharse repentinamente. La vejiga se llena entonces de forma constante, pero la persona afectada ya no puede orinar. Los cálculos renales o de la vejiga, los tumores o los trastornos nerviosos (por ejemplo, una hernia discal) también pueden obstruir las vías urinarias y provocar retención de orina.
La retención urinaria aguda es una emergencia médica porque la vejiga puede romperse. Llama inmediatamente al médico de urgencias.
2- La retención urinaria crónica también afecta especialmente a los hombres con agrandamiento benigno de la próstata. Sin embargo, también puede producirse si los músculos de la vejiga están debilitados, si hay cálculos en la vejiga, si las vías urinarias están estrechas o si se toman determinados medicamentos. Si no se trata, los síntomas de la retención urinaria pueden ser permanentes.
Riesgos de la retención de orina y cómo reducirlos
En el caso de una retención urinaria aguda, un médico debe insertar inmediatamente una sonda para drenar la orina; de lo contrario, la vejiga puede romperse. En el caso de la retención urinaria crónica, la incontinencia por rebosamiento puede ser una consecuencia a largo plazo. Otras secuelas pueden ser infecciones o insuficiencia renal crónica.
Si el médico no tiene que colocar una sonda inmediatamente debido a un caso agudo, determinará la causa exacta de la retención de orina mediante un interrogatorio y un examen detallados y, a continuación, sugerirá un tratamiento adecuado. Esto puede incluir antibióticos o cirugía para eliminar los cálculos de la vejiga.
Si tiene una retención de orina ocasional debido a un agrandamiento de la próstata conocido y tratado, puede probar a entrenar la vejiga, evitar las bebidas deshidratantes y retrasar el momento de ir al baño. Para las mujeres embarazadas, un baño caliente puede relajar los músculos de la vejiga y así contrarrestar la retención de orina. Sin embargo, si estas medidas no tienen el efecto deseado, se debe consultar a un médico en cualquier caso.
Síntomas de la retención de orina:
- Dificultad para empezar a orinar
- Dificultad para vaciar completamente la vejiga
- Orina que gotea o fluye débilmente
- orina frecuente y en pequeñas cantidades durante el día
- Incapacidad de percibir la vejiga llena
- Aumento de la presión abdominal
- Falta de ganas de orinar
- esfuerzo para expulsar la orina de la vejiga
- Orinar con frecuencia
- Orinar por la noche (nicturia, levantarse más de dos veces durante la noche para orinar)
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