Nefropatía diabética: ¿Qué es?
La nefropatía diabética provoca la esclerosis glomerular y la fibrosis, causadas por los cambios metabólicos y hemodinámicos de la enfermedad. La albuminuria progresiva se acompaña de un empeoramiento de la hipertensión y de la insuficiencia renal. El diagnóstico se basa en la historia clínica, la exploración física, los hallazgos en orina y la relación albúmina/creatinina en orina. El tratamiento consiste en un control estricto de la glucemia, la inhibición de la angiotensina (mediante la administración de inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina y/o bloqueadores de los receptores de la angiotensina) y el control de la presión arterial y los lípidos.
La nefropatía diabética es la causa más común del síndrome nefrótico en adultos. La nefropatía diabética es también la causa más común de insuficiencia renal terminal en EE.UU. y es responsable de hasta el 80% de los casos. La prevalencia de la insuficiencia renal es probablemente de un 40% entre los pacientes con diabetes mellitus de tipo 1. La prevalencia de la insuficiencia renal en pacientes con diabetes mellitus de tipo 2 suele ser del 20-30%, pero esta cifra es probablemente baja. La insuficiencia renal es especialmente frecuente en determinados grupos étnicos, como las personas de piel oscura, los mexicano-americanos, los polinesios y los indios Pima. Otros factores de riesgo son los siguientes:
- Duración y alcance de la hiperglucemia
- Hipertensión
- Dislipidemia
- Fumar cigarrillos
- Algunos polimorfismos que afectan al eje renina-angiotensina-aldosterona
- Antecedentes familiares de nefropatía diabética
- Variables genéticas (número reducido de glomérulos)
Dado que la diabetes de tipo 2 suele existir durante varios años antes de ser reconocida, la nefropatía suele desarrollarse 10 años después del diagnóstico de la diabetes.
La insuficiencia renal suele tardar 10 años en desarrollarse tras la aparición de la nefropatía.
Causas de la nefropatía diabética
Si el nivel de azúcar en la sangre es demasiado alto durante un largo periodo de tiempo, se forman depósitos en los vasos sanguíneos. Esta llamada arteriosclerosis estrecha y daña los vasos. Los riñones, que tienen un gran aporte de sangre, se ven especialmente afectados. Si la nefropatía diabética está presente, los pequeños vasos sanguíneos de los riñones están dañados. Como resultado, la función de filtrado de los riñones se ve afectada y los productos de desecho metabólicos ya no pueden ser excretados correctamente.
Además de un nivel elevado de azúcar en sangre, hay otros factores que aumentan el riesgo de nefropatía diabética:
- Predisposición
- Presión arterial alta
- Dieta rica en proteínas
- Niveles elevados de lípidos en sangre
- Fuma
Nefropatía diabética síntomas
Muchas personas afectadas no presentan síntomas durante mucho tiempo. Una nefropatía diabética de larga duración puede desencadenar los siguientes síntomas:
- Dolores de cabeza y fatiga
- Edema (retención de agua), por ejemplo en las piernas
- Picazón
- Orina espumosa
- La piel se decolora como el «café con leche».
- Anemia
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Diagnóstico ¿Cómo se puede detectar la nefropatía diabética?
Un signo temprano de la nefropatía diabética es el aumento del contenido de proteínas en la orina. Esto puede detectarse incluso antes de que los pacientes presenten síntomas. Por este motivo, el contenido de proteínas en la orina de las personas con diabetes también se comprueba en las revisiones. El médico determina las albúminas en la orina. Las albúminas son proteínas que normalmente sólo se excretan en cantidades muy pequeñas en la orina. Un nivel elevado de albúminas es un signo de enfermedad renal incipiente.
Si el contenido de albúmina está aumentado, el médico determina la tasa de filtración glomular en la orina. Con este valor, el médico puede evaluar el funcionamiento del riñón.
A veces el médico también realiza otras pruebas, sobre todo para descartar otras enfermedades. Pueden ser pruebas de laboratorio o una ecografía del riñón, por ejemplo.
Proteínas en la orina
Los pacientes se someten a un examen rutinario de orina. Si la proteinuria está presente, la prueba de microalbuminuria es innecesaria porque el paciente ya tiene macroalbuminuria, lo que sugiere una enfermedad renal diabética. En los pacientes sin proteinuria, la relación albúmina/creatinina debe medirse en una muestra de la orina de la mañana. Una proporción ≥ 30 mg/g (≥ 34 mg/mmol) es indicativa de microalbuminuria si se detecta en al menos dos de tres muestras en un plazo de 3 a 6 meses y no puede explicarse por la infección o el ejercicio.
En la mayoría de los pacientes diabéticos con proteinuria, el diagnóstico es clínico. La biopsia renal puede servir para confirmar el diagnóstico, pero rara vez es necesaria.
¿Cómo se trata la nefropatía diabética?
Si no se trata, la nefropatía diabética puede provocar una insuficiencia renal. Lo más importante para una evolución positiva de la enfermedad es que el nivel de azúcar en sangre se ajuste de forma óptima lo antes posible. Para estabilizar la función renal y evitar un empeoramiento de la nefropatía diabética, el valor de la glucemia (HbA1c) a largo plazo debe ser inferior al 7,0%. Además, el médico que le atiende debe comprobar la medicación que toma el paciente para ver si los fármacos que toma suponen una carga adicional para los riñones y ajustar la medicación si es necesario.
El tratamiento de la nefropatía diabética también debe tener en cuenta los siguientes puntos:
- Reducir la presión arterial alta
- Llevar una dieta saludable baja en proteínas y sal
- Beber suficiente líquido
- Reducir el exceso de peso
- No fumar
- Compruebe regularmente su nivel de azúcar en sangre, su presión arterial y su grasa en sangre (colesterol).
Etapas: ¿Cómo progresa la nefropatía diabética?
El curso de la enfermedad renal puede dividirse en diferentes etapas. Pueden pasar varios años entre cada etapa.
Etapa 1 – Daño renal con función renal normal: Aparecen los primeros cambios en los riñones y un aumento del contenido de proteínas en la orina, pero la función aún no está deteriorada.
Etapa 2 – Insuficiencia renal leve : La función del riñón está ligeramente alterada.
Etapa 3 – insuficiencia renal moderada : La función del riñón está moderadamente deteriorada.
Etapa 4 – insuficiencia renal grave: La función del riñón está gravemente deteriorada.
Etapa 5 – insuficiencia renal terminal: En esta etapa se ha alcanzado una pérdida permanente de la función renal. Los riñones fallan.